
Este grafiti, esta pintada, la encontré paseando en el centro de Lisboa, muy cerca de la estatua de Pessoa que sirve de atracción a la terraza del café donde el poeta portugués solía beber y escribir y charlar y cavilar consigo mismo.
La imagen provoca una sonrisa irónica. La titulé falling into shopping hell. Muy contemporáneo, ¿o no?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario