jueves, 13 de diciembre de 2007

¿Por qué no te callas?


Pasemos por alto el simpático errorcillo gramatical y, por favor, no hablemos de sintaxis por que tendríamos que recurrir al Defensor del Lector. Y el tiempo no sobra.
Unos días después de la rápida cátedra retórica del monarca español al listillo comandante venezolano, durante un paseo por el casco antiguo de Salamanca encontramos estos escaparates, cerrados por ocasión de la Siesta (con "s", esa mala costumbre).
Algún teórico de revista diría que es otra muestra del consumismo salvaje. Yo no sé. En este caso se traspasa el hecho de comprar sin más para añadir un elemento de identificación, de orgullo, de fe en una forma de vida. La Europa monárquica, eclesiástica, temerosa y viejísima que se mira el pubis y rezonga en cuanto se distrae su emulación.
Aunque lo raro es definir el tipo de ser que vestirá tal camisetita. Quizá es para perros-rata finos, de esos que caminan igual de nerviosos que sus dueños y sufren de problemas digestivos debido a su ansiedad postfashion. O quizá es para bebés, para inculcarles desde pronto la abolición de la propiedad pública y del Estado laico, el odio por los revolucionarios de pacotilla y los bufones utilizados por el imperio de turno, para inyectarles el amor por una institución tan vetusta pero pletórica de simbología como la Corte.
Probablemente se trate de una campaña para acabar con el fastidioso hablar por hablar que se practica a diario en nuestras modernas sociedades: canturrear sin decir ni pío, entonar sin finalizar una sola aria. La falta de sentido cuando hablamos es demencial. Escuchen un poquito, primero.
Quizá estas camisetitas quieren, en el fondo, enseñar a los niños a callarse antes de decir estupideces, recordarle a nuestro interlocutor que existen límites, que hay turnos, que la libertad debe ser igualitaria. Apoyar el derecho a la charla, a la conversación, al diálogo. Así me gustaría pensar. Ojalá.
O quizá sólo se trate de aumentar la pésima autoestima de los perritos-rata con flato.

1 comentario:

Le mange-disque dijo...

"Ruidos de boca, é lo unico que sabe hacé la hente!" (extracto de una obra de teatro vista hace poco)...