viernes, 19 de diciembre de 2008

Renacentistas del siglo 21






19/12/2008


Se baja de un taxi sonriendo y entra en la terraza del restaurante neoyorquino Pastis arrastrando su maleta. El arquitecto catalán Enric Ruiz-Geli viaja a Nueva York a menudo para supervisar la futura remodelación del Acuario de Coney Island, en Brooklyn, el más antiguo del país. Su proyecto ganó en 2007 el concurso con el que la alcaldía espera impulsar el renacimiento urbanístico y cultural de un área donde los intereses inmobiliarios se enfrentan a un vecindario en lucha por el carácter social de la zona.

Su acuario aspira a iluminar en cuatro años el skyline de Coney Island con su red de escamas externas, que absorberán la luz del día para reproducirla de noche a través de un entramado de luces creadas por su estudio, Cloud 9.


El proyecto está en el centro de esa encrucijada tan actual en las urbes del siglo XXI: intereses económicos versus responsabilidad social. Y este arquitecto, que tras sortear reuniones y burocracia ahora puede por fin sentarse a saborear una cerveza belga y uno de los célebres steaks de Pastis, tiene claro hacia dónde debe girar la balanza. "La arquitectura hoy tiene la misión de abrirle los ojos a la sociedad. Estamos rodeados de un marketing brutal, nuestro hogar lo diseñan Ikea y Telefónica, nos dicen que tenemos que hablar por teléfono desde la bañera y desde el coche y que si no llamas a tu abuelo le harás infeliz. ¿No tendría más sentido que le hicieras una visita? Crear comunidades donde niños y abuelos puedan coexistir es posible, pero hace falta apostar por ello".


El autor del premiado hotel Forest de L'Hospitalet lo dice con el entusiasmo de quien ama una profesión que le permite compaginar sus aspiraciones creativas con sus ideales sociales. La vía son proyectos insólitos como la fábrica de nubes en medio del desierto que está creando para que el rey de Bahrein devuelva la lluvia a su país. "Hay que mirar hacia esta profesión con visión renacentista. La arquitectura tiene que volver a integrar las artes y las ciencias. ¿Quiénes son los artesanos del siglo XXI? Los programadores de software, los graffiteros, los que hacen música en la calle... La arquitectura tiene que trabajar con ellos para mejorar las ciudades".


Abordar el acuario está siendo "un master en democracia". Su proyecto pasó el filtro de nueve agencias públicas y asociaciones de transexuales, colectivos rusos e incluso ángeles del infierno: "Fue una lección de civismo increíble. Ojalá en España aprendieran a integrar a todas las comunidades en las decisiones de interés público".


Este arquitecto que dice que morirá ejerciendo otra profesión "porque en la vida hay que ser varias cosas", se entusiasma hablando del futuro. "La revolución pendiente es que los ciudadanos pasemos de consumidores de energía a productores". En ese sentido también es pionero con un plan para crear una ola artificial frente a San Sebastián que generará energía utilizando el mar. "Será una catedral de agua salada con música dentro, pero es una máquina concebida para demostrar que la cultura se adelanta al negocio. Antes de que cuatro poderosos se apropien de la energía del mar, la sociedad tiene que demandar su uso público".

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