domingo, 21 de enero de 2007

Armandito

El Señor Armando, ron-cocacola en mano, aprendiz de líbero, teórico de la imagen fija, filósofo de la voluntad nocturna, borracho profesional, auténtica alma libre en búsqueda perpetua. Otro de los componentes de esta pandilla madrileña que se nos ha regresado a la ciudad de los palacios, el DFque, a jugar con sus sobrinos y seguir con sus clases de cine.
Armando siempre está dando clases, por cierto. No puede dejar de lado su carisma pedagógico.Y se agradece, porque nunca lo hace en el sentido escolar clásico, sino en el de compartir.
Una de las últimas ondas que me contó antes de dejar Madrid fue que recién había descubierto el "acoso" cuerpo a cuerpo en el metro. Y que estaba chido. Pero se lamentaba de haber vivido dos años en esta capital y no haberse dado cuenta de que ese mobbing underground existía.
Uno de los mejores bailadores de funk que yo recuerde. Uno de los mejores conversadores con que me haya topado. Un tipo generoso. ¿Qué más se puede pedir de un amigo?
Vaya esta foto como homenaje sincero a los amigos que varían el camino de la vida.

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