
Somos amigos desde hace mucho tiempo por que compartimos una casa en Guadalajara, México. Una casa que había pertenecido a un narco de medio pelo y tras su captura las autoridades la subastaron al mejor postor. Digo esto porque en dicho hogar organizamos muchas y grandes fiestas, gracias a la buena energía y también a la pequeña cantina que era el corazón de aquel lugar. Una cantinita circular, con asientos acolchados en terciopelo, barra de madera y botellero empotrado en la pared. Alrededor de este pequeño corazón nos reunimos siempre con cualquier pretexto.
Ahora Tushar es un campeón del cricket. No todo lo que los ingleses inseminaron en sus ex colonias fue negativo. Un ciudadano de la India que juega al cricket, vive y trabaja y se enamora en México, aprende chino en sus ratos libres: eso es globalización.
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