Un espía sale del frío en Bratislava en recuerdo de la Guerra Fría. Europa todavía huele a pólvora, sangre, traición y miedo. Europa, la viejísima señora culta que jugaba ajedrez por las tardes, rezaba por las mañanas, coqueteaba a la hora del aperitivo, cerraba negocios durante la comida y traicionaba por las noches. Europa fría, Europa espía.
sábado, 17 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario